- 31 de mayo de 2018
- 7:00 PM
- Sala de Exposiciones Darío Jimenez - Centro Cultural
En el Grupo de Estudio “Pintura Sin Título” (Julio César Cuitiva, Oscar Ayala, Ana María Dávila, Andrés Camilo Ibarra, Edward Oviedo) hemos decidido hablar de pintura. Así parezca reiterativo afirmarlo -porque el grupo que nos convoca tiene la pintura en su título-, es importante hacer una afirmación con este carácter, ya que en los tiempos que ahora nos circundan es usual escuchar que la pintura (o el arte mismo) ha muerto. Quisimos empezar a hablar sobre la pintura, no sólo para intentar rebatir ideas como estas, sino porque, en el fuero interno de cada uno de nosotros -y esperamos que el fuero interno de cada uno de lo que se acerquen a ver lo que está pintado-, la pintura y lo que ella representa, no ha perdido nunca su consideración vital. Podemos decir en ese sentido que, cada uno de los que integra este grupo de estudio, piensa y siente la pintura como un elemento constitutivo de su persona, puesto que, sin ella, no podrían estar, no podrían ser. Así de simple.
Pensar la pintura es y será siempre un reto. Desde que Zeuxis disputó con Parrasio, la pintura ha luchado por representar (y por presentar) el mundo que nos rodea y por contar las maneras con las cuales entendemos ese mundo. Nosotros quisimos disputar con la pintura misma y retarnos en conversación con uno de los más enconados debates en torno a ella: la figuración y la no figuración (entendida también como abstracción). Desde que empezamos nuestros encuentros, hemos puesto en duda las certezas de lo que hace la pintura, llegando a pensar que la pintura es un ejercicio único de no figuración.
Y esto es debido a que los problemas –si se quiere “técnicos”- de la pintura, están supeditados a un único gesto que sólo es perceptible en una escala microscópica. Es en el juego de la distancia, que va de lo más cerca a lo más lejos y de lo más lejos a lo más cerca, dónde la pintura se nos muestra como es y dónde se disipan todos los rastros que nos permiten reconocer en lo pintado, “algo” con lo que nos encontramos a menudo en nuestro día a día: todo lo que representa la pintura (el retrato, la naturaleza muerta, el paisaje, el tema) se presenta como pigmentos esparcidos en una superficie con el solo hecho de acercar la mirada.
De eso es lo que queremos conversar y discutir. Ver como percibimos los medios de un entorno, como tomamos conciencia de la materialidad de la superficie, como el color habla de temperatura, como la llamada figuración se tensa desde una figuración primitiva, como la pintura nos deja algo.
SUMMA PICTÓRICA es el compendio de lo que pensamos nosotros sobre lo que es pintura. Es nuestra disputa.