Escenificar invoca la marcada artificialidad con la que nos abrimos al mundo y con la que representamos un sin número de roles. Somos una escena ya escenificada. Tenemos especialidades y espacialidades en las que discurrimos y nos sujetamos como personas, con personalidades y personificaciones.

Un es un artículo indeterminado. Según el diccionario y según el uso que se le da en el nombre de la cadena de sentido que se sigue en esta proyección, “indica que lo designado por el nombre o el grupo nominal al que precede se refiere a entidades no consabidas por los interlocutores” y “que lo denotado por el nombre o el grupo nominal al que precede no designa un individuo particular, sino un tipo” (Real Academia Española. s.f., definición 2).

Ambiente define el juego en el que nos encontramos y que nos permite respirar, a través de las espacialidades y especialidades, personalidades y personificaciones escenificadas, todo lo que nos rodea. Un ambiente lo llevamos como Pig-Pen lleva su nube de polvo.

Propuesto, palabra que en su acepción conjugada y finalizada, remite a las condiciones ya dadas que se encuentran desde nuestra aparición consciente en un mundo físico, químico, biológico e ideológico. Llegamos a un mundo (propuesto) que nos antecede.