
El capitalismo contemporáneo configura y define la imaginación, la vida, la creación, el bien, la felicidad y el mundo, de acuerdo a sus axiomas, principios, contradicciones y finalidades económicas, políticas y culturales: competencia, acumulación de capital, libre mercado, oferta y demanda, individualismo, propiedad privada, afán de lucro, plusvalía de goce, entre una lista copiosa. De ahí que en los últimos treinta años se haya empeñado, y haya logrado usufructuar formas y expresiones artísticas, que en su momento se constituyeron como disidentes, contestatarias, vanguardistas, transformadoras y hasta revolucionarias, como la irreverencia, lo kitsch, la transgresión, el síntoma, la anormalidad y la contracultura, para incorporarlas en eventos artísticos así como en una cotidianidad estetizada. La estética del capitalismo aparece en lugares clásicos del arte como galerías, museos, teatros, librerías, intervenciones artísticas, performances, como también en centros comerciales, películas, video clips, arquitecturas, restaurantes, bares, peinados, salas de cine, afiches, tatuajes, pasarelas, casas de moda, vestuario, publicidad, máscaras patriarcales, máscaras heroicas y monstruos, feminidades, fealdades, locura y edificios empresariales. En esos lugares, modos de ser y sujetos configura un escenario espectacular donde luces, colores, pantallas gigantes, ruidos estridentes y obras marcadas por el vacío hipermoderno, lo efímero existencial, la intrascendencia política y la momentaneidad temporal fortalecen la filosofía hedonista del individuo contemporáneo.
Gilles Lipovetsky, como ya lo había declarado Néstor García Canclini hacia un par de años, considera que el arte y el artista contemporáneo ya no son insurgentes. El arte abiertamente político que luchaba contra un modelo de vida capitalista y que pensaba el futuro en términos de libertad colectiva y transformación radical, está en desuso, pasado de moda, ya no va más. Ahora, el mundo del arte está sobrecargado por artistas que voluntariamente se sobreexplotan, que sobreviven el aquí y el ahora dominados por la hegemonía presentista del capitalismo que evapora las preguntas por el pasado, el futuro y la posibilidad y necesidad estática de otros pasados, otros futuros y otros tiempos. ¿De qué espacio hablamos?, ¿qué imaginación asumimos?, ¿qué artes enseñamos?, ¿qué estéticas producimos, mimetizamos y consumimos?
Si en algún momento de la historia la estética capitalista se rebeló contra los preceptos de la vida burguesa, las normas de la vida convencional del puritanismo y el Estado represivo de las libertades individuales, en su última fase histórica el capitalismo cuenta con una ética cuya gran función es la satisfacción permanente de los placeres instantáneos ofertados por los bienes de consumo. Esta ética estética genera nuevas patologías de existencia: hiperconsumo, hiperindividualismo, yo hiperdeseante carente de anhelos colectivos. ¿Se acerca una era posconsumista y posestética capitalista en la que el anticonsumo y el posdesarrollo se constituyan un nuevas políticas del bien vivir? Lipovetsky es escéptico al respecto y afirma que “en un universo de desorientación generalizada donde se acentúa la soledad de las personas y el mal-estar, el consumo es lo que viene a compensar el sentimiento de incompletitud”. Aunque a lo largo de su obra sociofilosófica Gilles Lipovetsky ha denunciado las paradojas de la hipermodernidad que hacen del capitalismo estético en la era de la globalización un sistema socioeconómico y cultural contraproducente para las libertades individuales que propugna y defiende, lo cierto es que su lectura y propuesta filosófica es más cercana a la de los autores integrados al capitalismo que lo definen como un sistema democratizador de la estética, en tanto que consideran que lecturas críticas como las de la Escuela de Frankfurt y Guy Debord son ejercicios apocalípticos sustentados en mitos, generalizaciones e hipótesis falsas.
La invitación es a que durante dos semestres el Seminario Permanente del Colectivo de Investigación en Arte y Cultura – CIAC de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad del Tolima, converse, imagine y proponga lecturas múltiples, especialmente críticas y descolonizadas, sobre el capitalismo estético.
SESIONES 2015-02
21 de septiembre de 2015
Lo chixi: la estética de la sociedad
Pierre Edinsson Díaz Pomar
19 de octubre de 2015
Encarnar el instante poético
Leandro Muñoz y Alix Silgado
23 de noviembre de 2015
Especulaciones (fantásticas) sobre el capitalismo en el arte o como capitalizar el arte (ahora)
Oscar J. Ayala S.
Aplazada
Museos y capitalismo. circulación y respuestas desde la estética relacional
Ana María Bernal Cortés
SESIONES 2016-01
16 de abril de 2016
¿Cuáles son las condiciones de posibilidad de unas estéticas descolonizantes?
Jorge Wilson Gómez-Agudelo
2 de mayo de 2016
Arte cultura y poder en la obra de Friedrich Nietzsche
Milton Dionicio Lozano
23 de mayo de 2016
La vitrina y la pantalla de la pandemia y el pandemonium capitalista
Ricardo Andrés Pérez Barnal
13 de junio de 2016
El destino del arte bajo el capitalismo: la vigencia del pensamiento de Adolfo Sánchez
César Augusto Fonseca Arquez
20 de junio de 2016
Arte, camuflaje, arquitectura
Cristian Miguel Páez Molano
27 de junio de 2016
Futbol y anticapitalismo: resistencia en y desde las gradas
José David Copete
- 6:00 PM
- Sala de Reuniones Facultad de Ciencias Humanas y Artes